Con permiso del fotoprotector solar (el aliado antiaging en el que coinciden todos los dermatólogos al señalarlo como el 80% del trabajo antienvejecimiento cutáneo) hay un ingrediente cosmético líder en el cuidado antiedad de la piel. Hablamos de la vitamina C, un activo que no es nuevo en la industria de la belleza pero que está explotando ahora mismo: según publica Cult Beauty, la vitamina C es el ingrediente cosmético más buscado en Google en 2020 con más de un millón de búsquedas solo en Reino Unido, por delante de otros famosos agentes como el retinol, el ácido hialurónico o la niacinamida. Nuestro interés, además, parece exponencial, ya que ha aumentado un 204% respecto al año pasado. Entre todas las preguntas sobre este ingrediente, la más repetida ha sido: "¿Qué hace la vitamina C por la piel?"
La respuesta es directa y larga: la vitamina C es un todoterreno. Considerada uno de los mejores ingredientes antienvejecimiento, activa la síntesis de colágeno, una proteína necesaria para la regeneración de la piel, como destaca el National Institutes of Health estadounidense, con lo que su uso continuado ayuda a prevenir y reducir las líneas de expresión y las arrugas. Pero además, es un reparador epidérmico: atenúa cicatrices como las del acné, ayuda a tener un tono más uniforme, aporta luminosidad, minimiza irritaciones, defiende a la piel de las agresiones externas (como la polución), hace más efectiva la absorción de otras cremas y trabaja desde las capas profundas de la piel, con lo que mejora su calidad. Con el tiempo deja una tez más lisa, más luminosa y más uniforme. Y aunque sus beneficios se pueden obtener a través de la dieta, el uso de sueros y otros productos tópicos son la forma más directa de aplicarlos al cuidado de la piel.
Lo que quizá no sabías: trucos para que funcione mejor y curiosidades sobre su uso
LO PRIMERO POR LA MAÑANA. Después de lavar la cara y antes de cualquier otra crema: dermatólogos y facialistas coinciden en recomendar aplicar un sérum o ampolla como primer cosmético, antes de la hidratante y del fotoptotector solar. “Lo primero es el antioxidante, la vitamina C: sobre la piel limpia, dejamos que se seque unos minutos. A continuación, aplicamos el fotoprotector. Esto suele ser suficiente para pieles mixtas y grasas. En pacientes que requieran un plus de hidratación, se puede utilizar una crema hidratante con base de Vitamina C previa al protector o aplicar primero un sérum con Vitamina C, después una crema hidratante y finalmente el fotoprotector” contaba hace poco en Vanity Fair la doctora Lidia Maroñas, de la Clínica Dermatológica Internacional. El motivo es que así creamos una barrera protectora antioxidante contra el estrés oxidativo al que nos enfrentaremos durante el día.
También coincide el dermatólogo Ricardo Ruiz en su libro Antiaging. Cómo mantener la piel más joven: "La única receta que funciona para mantener la piel más joven es un suero o crema de vitamina C por la mañana junto con fotoprotector”.
FRASCO TRANSPARENTE O MARRÓN: LA DIFERENCIA IMPORTA.
Dentro de los sérums de vitamina C hay dos grupos: los formulados a base de agua y los de base anhidra (sin agua). En el primero está el ácido ascórbico, muy efectivo y recomendado pero que por lo general resulta más inestable y sensible a la luz: se oxida rápido. Por eso necesita estar protegido con un frasco marrón o ámbar (siempre opaco) y es recomendable comprarlo en formato pequeño, bien en ampolla unidosis o en un frasco reducido. Es importante guardarlo siempre en un lugar fresco y oscuro, y ojo: si el líquido se oscurece, es que se ha oxidado.